Día 1. Ruta Real, Casco Antiguo y Gueto de Varsovia.
En este post intentaré enseñaros, además de las atracciones turísticas más importantes, otros lugares curiosos y algunos secretos de la capital polaca. Además, como ya hice en Cracovia, me adentraré en la etapa más oscura de su historia y os mostraré algunos puntos de la ciudad que nos recuerdan la etapa del Holocausto nazi y de la Segunda Guerra Mundial.
Recordaros que este itinerario está hecho teniendo en cuenta la ubicación de mi alojamiento y los horarios de algunas visitas imprescindibles para mí. Por lo que os recomiendo que lo adaptéis con respecto a las vuestras.
Empezamos en el polémico edificio del Palacio de la Cultura y la Ciencia (plac Defilad 1), regalo de Stalin a la ciudad. Es el edificio más alto de Varsovia, y estuvo a punto de ser derribado por relacionarlo con un símbolo soviético.
Muy cerquita del Palacio de Cultura se encuentra el Fotoplastikon (Jerozolimskie 51). Este antiguo local cuenta con uno de los pocos Kaiserpanoramas de fotografías en 3D que quedan en funcionamiento en el Mundo. Además, como curiosidad, este sitio fue punto de encuentro de conspiradores durante la guerra y local de entretenimiento durante la época comunista.
Horario de miércoles a domingo de 10:00 a 18:00. Precio 6PLN (1,40€).
En el patio interior del número 62 de la Calle Zlota, se encuentran los pocos restos que quedan del muro que rodeaba el gueto judío, construido por los Nazis durante la II Guerra Mundial. Fue el mayor gueto judío de Europa, y en el fueron encerrados más de 400.000 judíos para ser exterminados más tarde o ser llevados a campos de trabajo. En lo que queda del muro se puede ver placas en lugar de algunos de los ladrillos donde se indica a los museos de qué países han sido llevados para su exposición.
Para entrar al patio tenéis dos opciones: o la puerta está abierta y entráis directamente, o llamáis a algún vecino para que os abra. Están acostumbrados a los turistas y no tendréis problemas.
Muy cerquita está la calle histórica Prozna, una de las pocas que sobrevivió a las invasiones alemana y rusa. Aun se puede ver en las paredes restos de metralla que ponen los pelos de punta, o los distintos letreros de la calle en los diferentes idiomas de sus invasores. No dejèis de visitar la parte trasera del edificio, donde se puede apreciar mejor la arquitectura original de la calle.
A parte de los restos del muro de la calle Zlota que os indiqué antes, no queda ni rastro de este muro de la vergüenza en toda la ciudad. Pero en su lugar, como si de una cicatriz se tratase, una línea grabada en hierro en el suelo nos muestra su antiguo recorrido. Podéis ver un mapa en relieve de donde se encuentra esta linea en una escultura en un parque muy cerca de la calle Prozna, justo al lado de la salida de metro Swietokrzyska. Para entender mejor lo que ocurrió en esta zona, os aconsejo que veáis antes de ir la película “El Pianista” de Roman Polanski.
Antes de dirigirme hacia el Casco Histórico, me paso por el Frederic Chopin Museum (Pałac Gnińskich, 00-368), dedicado a la figura del famoso compositor polaco.
Horario de martes a domingo de 11:00 a 20:00. Precio 22PLN (5,15€). Estudiantes y mayores de 65 años 13PLN (unos 3€).
Y de aquí voy hacia la calle Krakowskie Przedmiescie. Esta calle es una de las arterias principales de la ciudad y parte de la Ruta Real que utilizaban los reyes para ir del Castillo Real a los Palacios de Verano. Lo primero que nos encontramos tras pasar el Hospital Infantil es el Monumento a Nicolás Copérnico (Krakowskie Przedmieście), en honor al científico y colocado delante del edificio de su Sociedad Científica.
Siguiendo la calle, llegamos al Stare Miastro, o Casco Antiguo, prácticamente destruido durante la II Guerra Mundial y reconstruida respetando el barrio original. Hoy en día es Patrimonio de la Humanidad (UNESCO).
Continuando, llegamos a la Barbacana, antigua puerta defensiva de entrada al Casco Histórico que fue gravemente dañada durante la guerra, y que nos da paso a la Ciudad Nueva.
Me dirijo ahora al corazón del antiguo Gueto, a una plaza donde se encuentra el Monumento a los Héroes del Gueto de Varsovia (Ludwika Zamenhofa), que recuerda a los héroes del levantamiento, entre abril y mayo de 1943. En un lado se muestra a una fila de judíos cabizbajos como prisioneros, mientras en el otro se muestra el levantamiento de estos valientes.
Justo en frente de encuentra el Museo POLIN de Historia de los Judíos Polacos (Anielewicza 6), un recorrido por los 1000 años de historia del pueblo judío en Polonia.
Y ya anocheciendo regreso hacia el Casco Histórico para disfrutar de su iluminación navideña, ya que la ruta está realizada a finales de febrero y todavía estaba adornado todo el centro. Aprovecho para cenar en uno de los muchos y baratos locales de los alrededores de esa zona. Aunque si de verdad queréis degustar los platos típicos de Polonia por un precio muy ecónomico, os aconsejo que vayáis a uno de sus famosos y tradicionales "Bares de Leche" (bar mleczny), una reminiscencia del austero pasado comunista donde la clase obrera podía comer por muy poco dinero ya que estos establecimientos estaban subvencionados por el gobierno. Se trata de locales bastante humildes en apariencia, pero os aseguro que saldréis con el estomago lleno y con la cartera casi intacta.
Varsovia en general y el barrio de Praga en particular, está repleto de arte urbano de calidad. Por lo que estad atentos a las fachadas porque si os gusta este tipo de arte lo vais a disfrutar un montón.
Mi penúltima parada es en la antigua Prisión Pawiak (Dzielna 24-26), construida por los rusos a principios del s.XIX, y que fue usada durante la II Guerra Mundial por la Gestapo como prisión para prisioneros políticos. En Julio de 1944 un grupo de judíos intentaron sublevarse apoyados desde el exterior. No tuvieron éxito y a la mañana siguiente 380 presos fueron ejecutados. En un árbol seco en el patio podemos ver algunas lápidas en recuerdo a los prisioneros que murieron allí. Hoy es un interesante museo que recomiendo visitar.
Horario de 10:00 a 17:00 (lunes y martes cerrado). Entrada general 10PLN (2,20€), y reducida 5PLN (1,10€)
Y mi última parada, y no por ello la menos interesante, todo lo contrario, es en el Museo del Alzamiento de Varsovia (Warsaw Uprising Museum) (Grzybowska 79), un laberinto de estancias que te muestras por medio de diversos objetos, trajes, videos y animaciones 3D, la historia del momento del alzamiento de Varsovia contra los Nazis. Es un modo entretenido de entender mejor la historia de Polonia y el pueblo judío durante la II Guerra Mundial.
Si tenéis pensado visitar algunos museos en la ciudad y os interesa saber más acerca de la historia de alzamiento de Varsovia contra la Alemania Nazi, os recomiendo que visitéis este museo sin dudarlo. Para mi es el mejor de la ciudad.
Horario de lunes adomingo de 10:00 a 18:00-20:00 (martes cerrado). Entrada general 25PLN (5,50€), y reducida 20PLN (4,40€).
Y hasta aquí mi guía de Varsovia, que yo he hecho en 2 días, pero que recomiendo hacerla en 3 días tranquilamente.
Aún así me ha quedado por ver el Parque Lazienki y el Palacio de la Isla, un espacio de 76 hectáreas formado por el Palacio Real y varios jardines de diversos estilos, un buen lugar para pasar el día y disfrutar de sus bellos rincones. Si tenéis días de sobra no dudéis en ir a visitarlo.
Las instalaciones del complejo abren de martes a sábado de 10:00 a 16:00 y lunes de 11:00 a 16:00. Precio 25PLN (5,50€).
También me recomiendan visitar con tiempo el hermoso Palacio de Verano Real Wilanów (Stanisława Kostki Potockiego 10-16), a unos 10km del centro.
Abre todos los días de 9:30 a 18:00 (martes y jueves hasta las 16:00). Precio 20 PLN (4,70€).a e e
wiciela en un naSqua(Solo Orgullo?
Consejos de Viaje.
Avión-Tren
Muchas compañías de bajo coste tienen trayectos al Aeropuerto de Varsovia-Modlin. Si además tenéis la posibilidad de que vuestra escapada no caiga estrictamente en fin de semana el precio será mucho más económico. Yo en esta ocasión llegué desde Cracovia en tren en menos de 2 horas, y me costó 49PLN (10,60€). Los trenes hacia Varsovia salen de la estación Kraków Główny, y llegan a la estación Warszawa Centralna, algo alejado del Casco Histórico de Varsovia. Por lo que depende de donde se encuentre vuestro hotel tendréis que andar un poco o coger un taxi, que en Polonia son muy baratos.
Alojamiento
Alojarse en Varsovia es más caro que Cracovia, aunque depende del tipo de alojamiento que busquéis. Si busáis hotel os saldrábastante más caro que un hostal o B&B. Mi recomenación para los que no sois demasiado exigente es la segunda opción, ya que hay gran cantidad de hostales (algunos incluyen desayuno) tanto dentro como fuera del Casco Hitórico que no tienen nada que envidiar algunos hoteles. Yo elegí esta última opción y me alojé en el AB Hostel, un albergue con cocina y baño compartido, y habitación individual, cerca de la estación de tren pero bastante alejado del centro. Tardaba en llegar unos 40 minutos andando, y casi una hora al Casco Histórico. No obstante el albergue estaba genial, limpio, bien decorado, con bastantes duchas individuales y con café, zumo, té y galletas gratis durante todo el día. Eso si, está en un cuarto piso sin ascensor, y la recepción está abierta de 8:00 a 20:oo. Pero si llegas más tarde te dejan la llave en un buzón con clave cuyo funcionamiento te explican muy bien en un mail (en inglès) antes de la fecha de reserva. Para que os hagáis una idea de los precios medios, a mí este albergue me costó 48€ dos noches sin desayuno.
Tambien tenéis la opción, tanto en este como en otros hostel de la zona, de compartir habitación o de alquilar un apartamento turístico en plataformas como Airbnb, Booking o similar. Yo elegi Booking por la facilidad de cancelación gratuita hasta 2 días antes de la llegada en casi todos los alojamientos y sin pago por adelantado.
Traslado del aeropuerto de Varsovia al centro y al revés.
El aeropuerto de Varsovia se encuentra a solo 10km del centro, y tenéis varias opciones para llegar hasta el centro de la ciudad.
Antes de nada deciros que los taxis en Polonia son muy baratos, por lo que seguramente os valga la pena coger un taxi que os dejará en cualquier alojamiento del centro por unos 40-50 PLN (unos 8-10€). Si pedís un Uber os costará unos 17 PLN (3,50€ aprox). De este modo ganaréis tiempo para dedicarlo a visitar la ciudad. De hecho esta es la opción que escogí yo.
Pero si queréis ahorraros este dinero tenéis dos opciones más económicas: tren o autobús.
La estación Warszawa Lotnisko Chopina se encuentra justo en la salida de la Terminal A del aeropuerto, y os dejara en las estaciones Central Warszawa Centralna y a Warszawa Sródmiescie en unos 20 minutos. Cuesta unos 4,40PNL (1€ aprox).
También tenéis la alternativa de llegar al centro en autobús en alguna de sus 5 líneas que salen desde el aeropuerto de Chopin a las diferentes zonas de la ciudad y viceversa. La más usada es la linea 175, que llega hasta el centro, y que opera desde las 4:30 hasta las 23:00 horas, y su frecuencia es de unos 30 minutos. Cuesta igual que el tren, unos 4,40PNL.
Por lo que mi consejo es que cojáis un Uber o en su caso un taxi, que en cuanto seais mínimo dos, ya os valdrá la pena.
Transporte en Varsovia.
El centro de Varsovia se puede recorre perfectamente andando, ya que además las atracciones turísticas están una detrás de otra y te van guiando por el recorrido mismo. Pero si en algún momento queréis ir de una zona a otra o regresar tras vuestra ruta directamente al hotel, el metro o tranvía son los mejores modos para hacerlo. De todos modos la ciudad está muy bien intercomunicada. Además el precio de los taxis es super económico, y si sois varios y lo compartis os valdrá la pena usarlos de vez en cuando.
De todos modos tenéis más info aquí.
Comer y cenar en Varsovia.
Son famosos los tradicionales Bares de Leche (Bar mleczny), locales de apariencia humilde, pero donde se come super bien y muy barato, que son una reminiscencia del austero pasado comunista donde la clase obrera podía comer por muy poco dinero, ya que estos establecimientos estaban subvencionados por el gobierno.
Mi consejo es que echéis un vistazo a las cartas exteriores con fotos de los platos típicos polaco en los restaurantes turísticos para que os hagáis una idea de qué es o qué lleva cada plato, lo apuntéis y os vayáis a probarlos en alguno de los bares de leche, que suelen estar ubicados en las calles colindantes a la Milla Real, la Plaza del Mercado y la barbacana. No obstante, para que vayáis abriendo boca, os dejo algunos de estos suculentos platos:
El Pierogi es una especie de empanadilla rellena que se hierve en agua. La tradicional es de patata y queso con cebolla frita por encima, pero la encontraréis con muchísimos rellenos, incluso dulces.
Otro de sus platos tradicionales en el kotlet mielony, un filete rebozado típico polaco que suele acompañarse con puré de patata. También lo encontraréis en su versión de chuleta de cerdo llamado klotlet schabowy.
¿Y que decir de los postres polacos? Todos están deliciosos, y vais a alucinar con la cantidad de dulces que tienen. Como el Sernik krakowski, la tarta de queso típica de Cracovia, el Torcik piszyngier, elaborado a base de barquillos de chocolate con un poco de licor, el Makowiec, un dulce relleno de semillas de amapola, o el Papieska kremowka, un pastel de hojaldre relleno de crema conocido como "pastel de crema papal" en honor a Juan Pablo II, quien dijo que le encantaba cuando era niño.
Las sopas son la gran especialidad polaca. La más conocida es la Zurek, una sopa tradicional elaborada a base de harina de centeno y carne. Lo curioso de esta sopa es que te la suelen poner dentro de una hogaza de pan directamente en vez de en un plato.
Otro plato típico es la Kielbasa, una salchicha ahumada que se puede comer como plato principal acompañadas por puré de patatas, patatas fritas, sopa o ensalada.
Y no podéis iros de Polonia si probar un pączek, donut típico polaco relleno de mermelada, y glaseado con azúcar. El tradicional es de mermelada de amapola, pero lo encontraréis con multitud de diferentes y deliciosos rellenos.
Además, comer en Varsovia es barato en general. Incluso si queréis cenaren algún lugar más excusivo podréis hacerlo sin pagar precios desorbitados.