Ouarzazate y la Ruta de las Mil Kasbash

Ouarzazate, Aint Ben Habbou, Palmeral de Skoura, Valle de las Rosas y Gargantas de Dades

 

Día 1. Plaza Al-Mouahidine y mercados y zocos callejeros.

 

Llegamos a Ouarzazate sobre las 16h. Y tras dejar las maletas en el hotel, y cambiar dinero en una de las casas de cambio cercanas, nuestra mejor opción era dirijirnos hacia a la Plaza Al-Mouahidine, plaza central de la ciudad, para dar una vuelta por la zona y recorrer alguno de los mercados y zocos callejeros de sus alrededores.

 

 

En la plaza de encuentra el edificio del Mercado Central, que nosotros nos encontramos cerrado las 2 o 3 veces que intentamos entrar a verlo.

 

Cuando llegamos, al ser sábado, la plaza estaba repleta de puestos ambulantes al estilo de un mercadillo. Tras echar un vistado y entrar en algunas de las tiendas de artesanía de la misma plaza, la cruzamos y nos adentramos en un veradero laberinto de zocos, que nos impresionaron en todos los sentidos.

 

Una vez entras se te activan todos los sentidos, sobre todo el del olfato, ya que el olor a especias y a comida callejera es realmente intenso.

 

 

De golpe empiezas a notar como los tenderos te llaman y se acercan a ti para que eches un vistazo al género de su tienda: ropa, productos de piel, pañuelos, tapices con todo tipo de colores y bordados, productos de belleza, comida, especias, pollos vivos... cada paso es un misterio...

Tengo que añadir que, aunque se te acercan, en los zocos de Ouarzazate en particular no son nada insistentes, y puedes andar sin sentirte presionado. Por lo que os recomiendo que los recorráis por completo y disfrutéis del paseo tranquilamente.

 

Si os animáis a comprar algo es el momento de regatear. Como sonsejo, os sugiero que comencéis ofreciendo algo menos de la mitad de lo que os piden, y vayáis regatando hasta llegar a un 60-65% de valor inicial. Ya depende de la destreza de cada uno obtener un mejor precio.

 

Cerca de la plaza, se encuentra la calle comercial Mohammed V, con pequeños centros comerciales y tiendas. Además aquí tenéis las cafeterías y restaurantes más exclusivos (pero económicos) de la ciudad donde poder probar muchos de los deliciosos platos típicos de Marruecos.

 

Decidimos hacer una parada en un restaurante con terraza llamado Kasbah Tafarnout, para para probar el te de menta local y sus deliciosos dulces marroquíes. Nos pusieron una tetera y un plato con unos 6 dulces por cabeza que estaban para repetir una y otra vez. No lo hicimos porque era casi la hora de la cena. Nos costó unos 5 euros por cabeza.

 

Para que no pequéis de paletos, como nos pasó a nosotros, deciros que junto con la tetera os ponen dos terrones grandes de azucar. Estos terrones se echan en la misma tetera, echais unos cuantos vasos y los volvéis a echar en la tetera varias veces para que se mezcle bien, y entoncéis ya podéis bebéroslo. Yo me eché uno de los terrones en el vaso la primera vez y casi muero de sobredosis de azucar.

 

 

Tras abrir el apetito,nos fuimos a cenar al Jardin des Aromes, a unos pasos de Tafarnout, local que nos habían recomendado y del que dicen es el mejor restaurante de la ciudad (5 estrellas en Tripadvisor).

 

Para empezar nos pedimos un surtido de ensaladas típicas marroquíes que nos sirvieron con pánes tradicionales y que nos dejaron prácticamente saciados.

Como platos principales para compartir entre 3 pedimos una deliciosa "pastilla" de ave que nos encantó, y un" tajín" de cordero, su plato más tradicional, del que tienen multitud de recetas (también con pollo o en su versión vegana).

*Abajo, en "Consejos de Viaje" tenéis un listado con los platos más típicos de Marruecos.

 

Casi salimos de allí rodando. Todo el menú, una botella de vino blanco y otra de agua nos salió a unos 15 euros por cabeza. Y no pedimos postre porque no nos cabía nada más y no por falta de ganas.

 

Tras la cena, nos tomamos unas cervezas en uno de los bares de la centrica Avenida Moulay Rachid antes de volver al hotel y descansar para el intenso día siguiente que nos esperaba.

 

 

 

Día 2.  Kasbah Taourirt, Atlas Studio, Ksar de Ait Ben Haddou y Oasis de Fint

 

Para hacer las excursiones decidimos contratar una agencia que nos facilitara un 4x4 con conductor. Pero también podéis ir de un lado a otro llegando a acuerdos económicos con taxistas o incluso usando transporte público. Pero os recomiendo contactar con una agencia con coches 4x4 si queréis hacer buenas rutas que incluyan zonas desérticas y rocosas.

Nos costó 100 euros todo el día.

 

 

Comenzamos el día dirigiéndonos a la Kasbah Taourirt, cerca del centro de Ouarzazate y la más grande de todo Marruecos. Horario: de 8.00 a 18.00. Entrada gratuita al recinto por cualquiera de las puertas. Entrada al palacio únicamente por la puerta principal pagando 20 dirham (1,85€).

 

En la puerta del palacio te abordan guías no oficiales a los que puedes regatear mucho si deseas hacer la visita con guía. Pero en el interior puedes contratar uno oficial por unos 60-80 diramh (unos 6-8€). Esta visita dura menos de una hora.

 

 

Una kasbah es una casa fortificadas con cuatro Torres, de origen bereber, y construidas con ladrillo de adobe, fabricado con arena, estiércol y paja. Varias Kasbahs formaban un Ksar, y varios de estos hacían un pueblo.

 

Una kasbah también servía como lugar de protección en caso de ataque, tormentas de arena, o para resguardar al ganado del exceso de frío.

Esta en particular, tras ser la residencia del gobernador, pasó a ser propiedad de Thami El Glaoui, conocido como Señor del Alto Atlas y Bajá, un importante título musulmán.

 

 

El palacio principal está formado por un entramado de pequeños pasillos y habitaciones en la planta superior (algunas más espaciosas), y corrales en la planta inferior destinado al ganado y al grano.

 

De las habitaciones destacan la habitación principal, cuyas paredes están decoradas con versículos del Corán, y la habitación de "la favorita", primera esposa del Bajá, la más decorada de todas. Desde ambas se tienen increibles vistas de todo el complejo.

 

 

Alrededor de éste existen multitud de callejuelas y pequeñas plazas por las que poder pasear. Nosotros no pudimos ver los alrededores del palacio porque estaban rodando una película, algo muy habitual en esta zona.

 

Una vez finalizada la visita nos subimos al coche y nos dirigimos  hacia los Atlas Studios, ubicados a las afueras de la ciudad y conocidos como el Hollywood de Africa. En ellos se han rodado gran cantidad de importantes superproducciones  y series de televisión como Laurens de Arabia, Asterix y Obelix, Gladiator, La Guerra de las Galaxias, Aladín, La Momia, Babel, El Reino de los Cielos, Alejandro Magno, Prince of Persia, Juego de Tronos o Prison Break entre otras muchas. Horario de 8.15 a 17.15. Precio: 80 dh con guía (unos 8€).

 

Los tickets se compran al lado del Hotel Oscar, situado a la entrada de los estudios y donde se alojan los actores durante los rodajes. Aquí también se pueden visitar los camerinos, varias salas de rodaje, la cafetería y la piscina.

 

 

Una vez se entra, uno se topa con la avioneta de la mítica película La Joya del Nilo y algunos otros vehículos utilizados en multitud de películas.

 

 

Tras esta se visitan uno tras otro escenarios tales como las celdas de una prisión, un templo budista, uno  romano, varios templos egipcios, un pueblo judío utilizado en numerosas películas sobre la Biblia como Los 10 Mandamientos, otro árabe, y otros muchos decorados de películas ya mencionadas anteriormente y que hacen que esta visita merezca la pena.

Además, durante la visita, el guía cuenta muchas anécdotas curiosas que disfrutaréis si soís amantes del séptimo arte.

Al terminar os dejan tiempo libre para que volváis a cualquiera de los decorados que más os hayan gustado.

A una media hora de allí en coche se encuentra el Ksar de Ait Ben Haddou, un espectacular fortaleza construida de adobe y barro. Esta, en particular, es una de las más importantes y mejor conservadas de Marruecos, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Un ksar, como os comenté más arriba, es un conjunto de kasbahs, y varios ksares formarían un pueblo.

 

Este ksar, al estar tan bien conservado, es un buen ejemplo para ver cómo estaban estructurados. Se puede diferenciar perfectamente la zona donde vivía el pueblo llano, con casas de una altura, cercanas a la plaza, la mezquita y a la escuela, y las viviendas de los nobles, de varias plantas y ricamente ornamentadas. En lo alto, se puede apreciar la antigua kasbah y su torreón

 

Obligado perderse entre sus callejones y pasadizos subterráneos y disfrutar de los zocos de artesanía. Así como ver la ciudad desde las afueras para comprobar la magnitud de la construcción.

 

La entrada principal es a través del puente, pero hay otra entrada en la zona baja, cruzando el río por un camino-puente hecho con sacos de arena. Desde aquí se obtienen las mejores fotos de la ciudadela. 

Nosotros entramos por el puente principal y volvimos por la zona del rio. Y de ese modo disfrutamos de las vistas desde ambas entradas.

 

Se puede contratar un guía para visitar el ksar en la propia entrada por un precio muy económico. Nosotros quedamos en pagar 80 dirham (unos 8 euros), aunque al final acabamos dándole 100.

Pero es importante no confundir esta visita guiada con la de una kasbah, ya que hay varias de ellas a la entrada con los portones abiertos y en los que unos guías os pedirás 10 dh por visitarlas. Estas son kasbahs habitadas tal y como estaban distribuidas y decoradas antaño. Si se tiene interés en verlas yo os aconsejo la visita. Es rápida y barata.

 

También es recomendable subir a lo alto del Ksar, desde cuya kasbah más alta se tiene una panorámica de la ciudadela y del paisaje que la rodea de lo más completa, con el desierto a un lado, un oasis de vegetación al otro, y la Cordillera del Atlas nevada a lo lejos. Un buen lugar para ver el atardecer. Se tarda más o menos 1 hora en visitar toda la ciudadela.

El enclave es tan espectacular, que ha sido utilizado como localización en multitud de producciones tan conocidas como Lawrence de Arabia, Gladiator, la momia o Alejandro Magno, y series como Juego de Tronos. De hecho en la kasbah que visitamos había una pequeña cueva que se utilizó como localización para la pelícila de Gladiator.

 

 

Antes de continuar, y todavía en Ait Ben Haddou, comimos en uno de los muchos restaurantes para turistas que hay en la zona de la carretera principal.

Esta vez, a parte de la ensalada, probamos una de las muchas sopas marroquíes, un plato de cuscús, otro de verduras y pavo especiado que nos hizo la boca agua, y un tajín tradicional, en este caso de pollo y verduras. El menú completo nos salió a unos 10€ por cabeza. 

 

De vuelta, en mitad de un paisaje árido, volcánico y desolado, a unos minutos de Ouarzazate en coche se encuentra el Oasis de Fint, “escondido” en Bereber, un lugar repleto de exuberante vegetación y agua cristalina de visita obligatoria si se tiene tiempo.

Lo recomendable es parar en el mirador antes de bajar al oasis para disfrutar de las espectáculares vistas desde las alturas, para después bajar y dejar el coche o el taxi en el aparcamiento a la entrada del oasis y bordearlo hasta llegar al pueblo. Os llevará unos 30 minutos.

 

 

Algunos lugareños estarán en el aparcamiento esperandoos para serviros de guía e incluso enseñaros el pueblo, sus casas y su estilo de vida. Ya es la decisión de cada uno aceptarlo o no, llegando siempre a un acuerdo económico previo. Y siempre regateando.

 

Nosotros ya teníamos apalabrada una parada en un albergue del oasis, donde nos sirvieron una merienda con pan tradicional bereber, dátiles, aceite de oliva, y el llamado "Whisky Bereber", que no es otra cosa que el té de menta o hierbabuena al que se le añade algunas hojas de la planta de la absenta, una bebida muy extendida por esta zona.

 

Hora de volver al hotel, cenar por los alrededores, y descansar para nuestra tercera jornada.

 

 

 

Día 3. Valle de Dades: Palmeral de Skoura, Valle de las Rosas, Cueva Bereber y Gargantas de Dades.

 

 

De nuevo para la ruta de hoy, bastante más larga, también decidimos contratar los servicios de la misma agencia. Esta vez fueron 120€.

 

Hoy realizaríamos la llamada “Ruta de las mil Kasbahs”, que se extiende desde Ouarzazate hasta las Gargantas del Dades, con sus espectaculares y peligrosas curvas en el interior de un acantilado. Por el camino se encuentran algunos de los lugares más hermosos de Marruecos.

 

En mitad de la árida meseta y a los pies del Alto Atlas se encuentra el Palmeral de Skoura, un oasis con más de 700.000 palmeras y un centenar y medio de kasbahs distribuidas entre el oasis y sus alrededores.

 

 

En el palmeral se unen los ríos Hajaj y Madrí antes de que confluyan con el Dades, lo que explica la cantidad de canales de riego y manantiales naturales del lugar.

 

Esta zona está compuesta por varias decenas de aldeas esparcidas por el mismo palmeral, y en las que destacan algunas imponentes kasbash sobre otras que debido al paso del tiempo y su construcción en adobe están a punto de desaparecer.

 

Según cuentan el origen de Skoura se remonta hasta la segunda mitad del siglo XVII cuando el llamado “Sultán Negro” construyo varias Kasbahs defensivas para garantizar la seguridad de la región. Poco a poco, alrededor, de estas y bajo su protección se fueros construyendo otras pequeñas Kasbash que acabaron por extenderse por todo el palmeral.

 

 

En el corazón de esta ruta de las mil Kasbahs y pegada a la carretera N10, se encuentra la Kasbah de Amridil, una de las mejor conservadas y más visitadas. En ella se puede apreciar perfectamente su pasillo central que separa 8 casas cuyas fachadas se unen a modo de muro defensivo, y con varias torres en las esquinas y en las zonas de los muros centrales.

Esta kasbah tan hermosa se utilizó para la imagen del billete de 50 dirham de Marruecos.

 

Otra de las mejor conservadas y la más alta de toda la región es la Kasbah de Ait Abú, al norte del palmeral en una zona menos visitada. La particularidad de esta Kasbah del siglo XIX radica en que se construyó para uso colectivo, modelo que se expandió rápidamente por la zona.

Hoy en día parte está habilitado como albergue, y es uno de los mejores lugares para perderse y disfrutar de sus alrededores sin estar rodeado de autobuses y 4x4 repletos de turistas.

 

Si se tiene tiempo de sobra, es recomendable alquilar una bici y disfrutar del Oasis por completo yendo a tu aire y perdiéndote entre los centenares de pasillos de estas fascinantes fortalezas de barro.

 

Continuamos con la excursión dirigiéndonos al Valle de las Rosas, otro de los lugares más visitados del Marruecos.

 

 

Este valle, compuesto por hectáreas de rosales, se encuentra en la población fortificada de Kelaa M´gouna, a 1.500 metros de altitud y a los pies del Alto Atlas, y es famosa por su destilería de agua de rosas y otros cosméticos donde se usa el extracto de esta flor.

 

En esta localidad los taxis son de color rosa, en las rotondas hay esculturas de rosas gigantes, y encuentras destilerías y tiendas de productos cosméticos y agua de rosas por todas partes. Un lugar muy curioso.

 

Es muy conocido su Festival de las Rosas, el primer fin de semana de Mayo de cada año, donde se celebra la floración y recogida de las rosas.

Durante el festival se producen más de 4.000 toneladas de rosas. Y para hacerse una idea de la producción que esto conlleva, se necesita una tonelada de esta flor para extraer un litro de extracto.

 

 

Tras recorrer esta zona del Valle del Dades, también conocida como el Valle de los Higos, y disfrutar de varios de sus espectaculares miradores naturales donde hicimos decenas de fotos y videos, llegamos a una zona desértica y rocosa de arena rojiza donde algunas familias de bereberes nómadas viven en cuevas excavadas en la misma roca.

 

 

Allí, una de estas familias nos mostró su estilo de vida y nos invitó a un te en su cueva para que pudieramos explorarla. Es admirable que familias tan nùmerosas vivan en espacios tan minùsculos sin ningùn tipo de comodidades.

 

Continuamos nuestro camino haciendo una parada en las inmediaciones de Ait Larbi para ver una original formación rocosa conocida como "Los Dedos de Mono" por el parecido asombroso de las rocas con los dedos de los primates.

 

 

Aquí aprovechamos para hacer un descanso y comer. Si pasáis por esta zona, el tajín típico de la región es el de higos, o también es común el de pollo con limón. Nosotros probamos el último y estaba muy bueno y jugoso. Eso si, siempre acompañado con un te de menta. El menú completo nos salio a 8€ por cabeza,

 

.Tras el descanso seguimos nuestro camino hacia las impresionantes Gargantas de Dades, muy cerca de allí, donde desde su mirador más alto se pueden ver sus famosas y peligrosas curvas en mitad del acantilado.

 

 

Una vez hubimos disfrutado de las vistas y explorado un poco las gargantas a pié, nos subimos al coche y volvimos a Ouarzazate, para pasar nuestra última noche.

 

 

Día 4. Museo del Cine y zocos de artesanía.

 

Justo en frente de la Kasbah Taourirt se encuentra el Museo del cine de Ouarzazate, con una colección de estancias y objetos de películas rodadas en los Estudios Atlas. Es bastante impresionante. Por lo que si tenéis tiempo y os gusta el cine yo os aconsejaría entrar a verlo. La visita puede durar menos de una hora y  tomándoos vuestro tiempo.Horario: de 8.00 a 18.00. Precio 30 dh (unos 2,75€).

 

 

Aquí se encuentran parte de los decorados de películas tales como Astérix y Cleopatra, Lawrence de Arabia, La Guerra de las Galaxias, varias de James Bond, La última tentación de Cristo, La momia, Gladiator, El reino de los cielos… y de series como Juego de Tronos y Prison Break entre otras.

 

 

Al lado del Museo del Cine, se encuentra el Centro de Artesanía de varias plantas, donde podèis comprar productos artesanos de cerámica, predas de piel, objetos de decoración, tapices y plata a muy buen precio. Horario de lunes a viernes, de 8:30 18:30, y los sábados de 8:30 a 12:00.

 

Tambien en esta zona tenéis un zoco con decenas de puestos. Pero id con cuidado porque al estar frente a la Kasbah y estar acostumbrados a los turistas, son bastante agresivos en la venta y pueden llegar a agobiar un poco.

 

 

Consejos de Viaje

 

Independientemente de la parte de Marruecos a la que viajéis, os recomiendo hacer alguna excursión al desierto, o algún tour por la ruta de las Mil Kasbash de día completo. Tenéis cantidad de ellos en diversas páginas web. Y yo os dejo aquí dos buenos y económicos tours en español que podéis hacer desde Marrakech, ambos de Vipealo

 

 

Documentación

 

Para viajar a Marruecos solo necesitáis llevar el pasaporte. Una vez allí os harán rellenar un formulario en la zona de aduanas antes de entrar al país.

 

 

Seguro de Viaje

 

Siempre recomiendo llevar un seguro de viaje decente, ya que hoy en dia son muy baratos y podéis evitaros muchos problemas si os pasa algo u os ponéis enfermos.

 

 

Moneda

 

La divisa de Marruecos es el Dirham. En el caso del euro, para que os resulte fácil, 10 dirham equivaldrían a 1 euro apróximadamente. Así que quitad un cero o poned una coma a los precios que os den y listo.

 

Para cambiar dinero os recomiendo que cambiéis o saquéis una pequeña cantidad en el aeropuerto para poder pagar el taxi o el autobús, y una vez en la ciudad cambiéis en las casas de cambio de las calles menos céntricas o turísticas. Pero aún así, cambiéis donde cambiéis o saqueís en un cajero u otro la diferencia es tan mínima que no vale la pena complicarse para ahorrarse unos centimos.

 

No obstante, tanto en los taxis como en la mayoría de hoteles y restaurantes aceptan euros. Por lo que podéis pagar al taxista en euros y ya en la ciudad ir a cambiar o sacar dinero. 

 

Eso si, si pagáis en euros, que los billetes estén perfectos o no os los aceptarán, ya que allí no pueden cambiar los billetes con algun defecto (mancha, roto o muy viejos).

 

Y de nuevo la premisa principal en Marruecos que nunca debéis olvidar es el regateo. Mi consejo es que ofrezcáis la mitad de lo que os pidan para acabar pagando un 65% apróximadamente del precio inicial. Pero esto dependerá de las ganas y la cara que le echéis. Hay gente que lo consigue por la mitad del precio inicial.

 

 

Teléfono y datos

 

En Marruecos, operan tres compañías de teléfono: Meditel, Maroc Telecom y Wana, siendo Maroc Telecom la más utilizada de las tres.

 

Lo ideal es hacerse con una tarjeta SIM de una de estas compañías y recargarla con el importe que queráis. Lo único que cuando metáis el codigo del rasca para hacer una recarga tendréis que decidir si ese importe lo queréis en llamadas o en datos dependiendo del último número que pongáis.. Es decir que si queréis tener llamadas y datos tendréis que hacer dos recargas, una para llamadas y otra para datos. 

 

 

Alojamiento

 

En las principales ciudades de Marruecos podéis encontrar desde hoteles de lujo hasta albergues, pensiones o casas donde alquilan habitaciones para viajeros. Ya depende del tipo de viaje que hagáis y lo que estéis buscando. Pero la mayoría son muy económicos.

 

Por lo general, todos los hoteles, a no ser que sean 5 estrellas, estan viejos y tienen una estética ochentera curiosa. Pero están muy limpios y ofrecen todas las comodidades que este tipo de establecimientos suele ofrecer: restaurante, bar, terraza y piscina, recogida en el aeropuerto, excursiones, cambio de divisas o guarda-maletas.

 

En nuestro caso elegimos el Hotel Farah Al Janoub de 4 estrellas para dormir las 3 noches, y nos salio por unos 75€ por cabeza con desayuno incluido. Además, aunque no pudimos disfrutarla porque hacía frío, dispone de una piscina enorme en el patio central.

El desyuno fue bueno, con mucha bollería, dulces y sopas, pero carente de embutido o productos cocinados. 

 

Si váis a hacer ruta y dormir cada día en una localidad, hay multitud de pequeños hoteles y albergues con muy buena pinta, donde además organizan noches temáticas para los viajeros y diversas actividades grupales.

 

Otra opción es pasar la noche en el desierto en tiendas típicas bereber. Podéis reservarlos por vuestra cuenta o que os organice la ruta una agencia local.

 

 

Transporte

 

Algo importante que debéis saber nada más llegar y que os servirá en muchos casos para moveros por el país, es que los taxis en Marruecos son muy económicos, pero hay que regatear siempre.

 

Existen dos tipos de taxi:

- Petit taxi: para trayectos urbanos (de colores vivos)

- Grand taxi: para trayectos más largos entre localidades (de color marron).. Este lo podéis utilizar para haceros rutas o excursiones diarias llegando a un acuerdo económico con el conductor. Os esperará durante las visitas y os llevara de un lado a otro. 

 

Si os decidís por el transporte público, podéis llegar de una localidad a otra o a los principales puntos de interés turístico. Pero no llegan al desierto o a las zonas rocosas.

 

Para estos casos lo mejor es contratar un chofer con vehículo 4x4, que dependiendo de la ruta que queráis hacer os dara un pecio u otro. Es estos casos el regateo no suele funcionar, ya que se tratan de empresas con precios cerrados. 

El precio por lo general es por el alquiler del coche completo, por lo que si sois 4 os saldrá más económico que si sois 2.

 

 

Comida y bebida

 

En Marruecos se come muy bien, además de ser muy económico. La única excepción es en las bebidas alcohólicas, que por tema cultural y de licencias son más caras.

 

Tajin: Se trata de un guiso tradicional cocinado a fuego lento con su propia mezcla de especias en una olla de barro llamada tajine, de ahí su nombre. Se pueden encontrar versiones de pollo, cordero, cerveza, o en su versión vegana con solo verduras. El olor que desprende el guiso nada más levantar la tapa es una delicia.

 

Cuscús: Sin duda uno de los platos marroquíes mundialmente conocidos. Suele acompañarse de carne o un guiso de verduras. La tradición bereber es tomarlo de postre con suero de leche.

 

Pastilla: Es un pastelito de hojaldre, mezcla de dulce y salado, hecho con carne de pato o pollo, con un relleno de almendras y especias y recubierto de azúcar glasé y canela.

 

Zaalouk: Ensaladas frías o calientes diversas. La de Berenjena es una de las más sabrosas.

 

Harira: Una sopa caliente de tomate, lentejas, garbanzos y cordero de gran aporte calórico que se usa durante los días del Ramadán para romper el ayuno.

 

Bissara: Sopa de habas secas hervidas que se sirve como acompañamiento o en el desayuno.

 

Kefta: Carne picada aderezada con aceite,  piñones, cebolla, ajo, perejil, pimentón picante y comino, que se sirve de diferentes formas. La más popular con tomate y huevos fritos en restaurantes o como pincho a la barbacoa en puestos callejeros.

 

Chermoula: Es una especie de guiso de pescado al horno o a la parrilla batante potente debido a la mezcla de guindilla, azafrán y cilandro.

 

Méchoui: Cordero entero asado que suele ir acompañado de cuccús, almendras y ciruelas.

 

Djaja Mahamara: Pollo estofado con pasas, sémola y almendras.

 

Pan Khubz: Este tradicional y delicioso pan, donde casi todo es corteza, es perfecto para mojar los caldos y salsas de los numerosos guisos de la gastronomía marroquí.

 

Pan Rghaif: Es su tradicional pan plano similar a una crepe.

 

Pan Baghira: Parecido a un bollo, y que suele acompañar muchas comidas.

 

Maakouda: Es una bola de patata frita o buñuelo, que se sirve de aperitivo con una salsa o dentro de un sandwich.

 

Kebabs: Pinchos de carne diversa de pollo o cordero que se puede encontrar en los puestos de comida callejera.

 

Mescouta: Especie de pastelerías donde se pueden encontrar diversas clases de tartas y pastelitos marroquíes.

 

Dulces marroquíes: Pequeñas piezas hechas en su mayoría de frutos secos con hilos de hojaldre, azúcar y miel. El más famoso es el kaab el ghzal (Cuerno de la gacela), que suelen servir acompañando al té de menta.

 

Bebidas callejeras: En todos los zocos y mercados se encuentran puestos de zumo de naranja, donde te lo exprimen en el momento. Pero es recomendable probar su té de menta fresca o hierbabuena. Durante las excursiones, en muchos bazares y puestos lo ofrecen mientras haces la visita o te decides a comprar o no. También se le conoce como "Whisky Bereber" por llevar hojas de la planta de la absenta.